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Flores de Bach para animales

MIEDO A LOS PETARDOS EN ANIMALES

Escrito por Enric Homedes

Se acerca la fiesta más temida para nuestros animales: la verbena de Sant Joan, las fallas, las celebraciones deportivas con fuegos artificiales….

Por lo tanto, habrá animales que frente a un estruendo, tan propio de este tipo de celebraciones, además de manifestar fobia (buscan protección acercándose al dueño, no quieren salir a la calle,…), se mostraran muy nerviosos e inquietos y con un grado importante de estrés.

Se trata del miedo y/o pánico traumático que un animal sufre frente a un estruendo externo que lo estresa en gran manera, emoción que se repite cada vez que el animal es sometido a un ruido idéntico o parecido.

Es por tanto recomendable, e imprescindible, que el animal que ha sufrido este tipo de shock-trauma reciba tratamiento preventivo, cada vez que haya una celebración acompañada de fuegos artificiales en la población o ciudad donde vive.

En primer lugar, los animales no son capaces de detectar la procedencia del ruido que les conduce a un estado de alerta y en segundo lugar, a pesar que el animal emprenda cualquier acción o decisión, el ruido persiste.

Normalmente los animales frente a un ruido, tratan de esconderse. Así reducen o mitigan la presencia e intensidad del estímulo que lo estresa.

Errores que no se deben hacer cuando un animal se inquieta frente a un estruendo


  • Dejar al animal en la terraza, jardín o balcón, exponiéndolo aún más al estímulo que lo estresa.

En educación canica estaríamos hablando de inundación. Sería el equivalente en personas a la terapia de choque.

  • Impedirle la huída hacia un lugar seguro e intentar sacarlo de su escondite.  
  • Reñirle.
  • Cerrarle el lugar donde ha buscado refugio, ya sea su casita o su transportin, o bien una habitación.
    En celebraciones deportivas, evitar salir durante las horas del evento deportivo y también posteriormente. Si escucha un gran estruendo puede huir de forma compulsiva.

Alerta!
No utilizar el medicamento Calmosedan (principio activo acepromacina).

Tal y como recomienda la mayoría de la comunidad veterinaria, su efecto es la inhibición del movimiento, y el animal no puede moverse. Nos da la sensación de que está tranquilo, pero él sigue percibiendo la situación y sufriendo la ansiedad que ésta le ocasiona y además, ésta seguramente irá en aumento ante la posibilidad de no poder huir.

Imaginémonos que sentiríamos nosotros si estuviéramos atados dentro de una camisa de fuerza, sin podernos mover, mientras contemplamos como se nos acerca algún depredador.

Utilizar este fármaco ciertamente tranquiliza al propietario pero no calma al animal.

¿Cómo actuar en un día donde hay fuegos artificiales o en un día de tormenta?


En primer lugar, es básico que ayudéis a vuestro animal a encontrar un refugio donde él se sienta más seguro, aunque normalmente es él quien lo busca. Se recomienda habituarlo a la zona de seguridad escogida con antelación a un episodio de fuegos artificiales o a un día de tormenta.

En segundo lugar, hay que asegurarnos que la entrada de la jaula o al lugar de seguridad que él ha elegido siempre esté libre. Es muy útil ejercitar con un refuerzo positivo la entrada a su “refugio” dos o tres semanas antes de una celebración pirotécnica o cuando preveamos que va a haber una celebración ruidosa en el barrio.

En tercer lugar, cubriréis su habitáculo de seguridad con una manta para conseguir un buen aislamiento acústico y colocaréis dentro de la zona de seguridad la manta que él utiliza habitualmente para descansar.

Procurar actuar con la mayor calma posible. Eso le dará seguridad.

En cuarto lugar, no lo castigaremos ni lo reñiremos, sea cual sea su comportamiento. Sólo conseguiríamos que la situación empeorara. Tan solo lo acompañaremos a su zona de seguridad.

Y finalmente le daremos Flores de Bach a altísima frecuencia, cada cinco minutos si es necesario. Se recomienda empezar a administrarle una fórmula unos diez días antes de la celebración ruidosa o de la verbena, a una frecuencia de seis veces al día.

Tener muy presentes todas estas consideraciones es de suma importancia si se quiere no someter al animal a picos elevados de estrés que pueden ocasionar a la corta o a la larga algún síntoma físico y/o emocional.

Éste es el caso, por ejemplo, de algunos gatos con temperamento miedoso y asustadizo que después de una visita veterinaria desarrollan problemas en las vías urinarias: problemas renales en vías altas (riñón) o en vías bajas (vejiga).

Cualquier situación de estrés produce en el animal una activación del sistema simpático y por tanto de las glándulas suprarrenales que cursa con una segregación inmediata de Cortisol y Adrenalina, entre otras sustancias.

Si esta situación se prolonga durante mucho tiempo y de forma continuada puede llegar a producirse una situación de estrés crónico, afectando al sistema anímico del animal y también a su sistema inmunitario.